El cielo nocturno cubría
nuestras cabezas con su manto
estrellado, mientras que en el horizonte
un faro alumbraba taciturno las olas oscuras.
Un bólido atravesó la
noche chorreando luz.
Y el mar asustado se heló en el tiempo y
la luna y los planetas decidieron ir más lentos.
El indómito océano ha dejado de sonar,
el silencio me rodea,
he dejado de
soñar.
27 de agosto de 2009
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Tu refugio
Un día lluvioso. Escapas de la humedad, quieres refugiarte del frío. Y entonces lo ves. Corres hacia él chapoteando con los zapatos y entras:
es un Café. Sillones mullidos, mesitas de ébano. El olor flotante de la canela, el cacao y, naturalmente, del elixir de la vida. Periódicos en las esquinas, tazas vacías en las mesitas pegajosas. Despojándote del abrigo chorreante, te sientas y pides un capuccino. Sorbes la espuma espolvoreada con cacao echando una ojeada por la ventana. Y entonces te das cuenta que eres feliz.
Bienvenido al Café Odeon.
es un Café. Sillones mullidos, mesitas de ébano. El olor flotante de la canela, el cacao y, naturalmente, del elixir de la vida. Periódicos en las esquinas, tazas vacías en las mesitas pegajosas. Despojándote del abrigo chorreante, te sientas y pides un capuccino. Sorbes la espuma espolvoreada con cacao echando una ojeada por la ventana. Y entonces te das cuenta que eres feliz.
Bienvenido al Café Odeon.
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